5. La vida que no vale nada: Encerrado, sin saber por qué. Mi familia asesinada. Compañeros desaparecidos. A mi alrededor el mismo dolor. ¿Por qué esta barbarie? ¿Por qué esta tortura? Nadie entiende mis gritos, nadie entiende mis súplicas, nadie me mira a los ojos y ve el sufrimiento. ¿Por qué no comprenden que solo quiero vivir? Que nunca le hice nada a nadie, que nunca merecí todo esto. ¿Por qué este desprecio? ¿Por qué esta falta de sentimiento? Mis lágrimas no les inmuta, creen que no siento dolor, y mi sangre no les inmuta. Miradme, no somos tan diferentes. Escuchadme: son los gritos de la tierra. Sentid la agonía que provocáis diariamente y que os deja tan indiferentes, y sabed que daría mi vida por que aprendierais a empatizar. Algún día nuestras vidas tendrán el mismo valor. Algún día este crimen no tendrá tanta impunidad. Algún día entenderéis que yo no razono de vuestra manera pero siento igual que vosotros. Que yo no vine a este mundo para estar en tu plato y ser tu alimento.